Como entrenador inicié en 1984, cuando el ex entrenador de PWCC A se hizo cargo de todas las niñas menores de 16 años. Yo me haría cargo de toda la parte técnica de los entrenamientos, pero al mes de comenzar, en una gira que realizamos junto con mi categoría de varones a Mendoza a jugar dos torneos paralelos, se produjo un problema bastante complicado, por lo cual este entrenador dejó de trabajar en la categoría. Roberto Cortínez entró a trabajar en ese puesto, pero nos pusimos de acuerdo que yo me encargaría de las mayores (Maque, Carol McKenzie, Rossana Miggliaro, Sandra Cassanello, Marcela Salvatierra , María Paz Robinson, Yoli Turri, Pamela Lagos, Sophie Fernández, Claudia Romagnoli, Carolina San Martín, etc.) y Roberto de las menores (Loreto Santa Cruz , Marcela Romagnoli, Sylvia Valenzuela, etc.)
Ahí vendría la gran repercusión, porque a poco andar, saliste campeón con el 2° equipo del club, el PW-B, algo que no ha conseguido ningún otro técnico en Chile. ¿te acuerdas cómo se dio ese año 86'? ¿cómo fueron los partidos contra el A?
Increíblemente, en un momento muy especial, ganamos el torneo de apertura del PWCC, derrotando al A. Ese año pasamos del último lugar de la tabla de posiciones a terceras, justo por detrás del equipo A. El 85' repetimos la posición, pero el A salió justo por debajo. El 86' fue un año espectacular. Me hice cargo de los dos equipos juveniles, debido que las chicas se habían ganado el derecho de jugar en primera, por lo tanto teníamos 3 equipos en primera división (yo encargado del B y del C). Durante el año, en las dos partidos que jugaron en contra, tuve que pasarle a cada capitana de equipo un sobre con un discurso sobre los puntos fuertes de cada equipo, ya que esa fue la única forma que encontré para evitar los celos. El B sólo tenia 12 jugadoras, pero gano 13 de los 14 partidos, el otro fue empate, y con sólo 4 o 5 goles en contra.
¿quién era el rival más importante? ¿qué pasó con el B de ahí en adelante? ¿se acuerdan aún con las jugadoras cuando te las encuentras?
En esa época el “enemigo” era el Manquehue, ya que la mayoría de ellas eran seleccionadas adultas, pero les ganamos sin apelación por un buen marcador. Al final de ese año, el comité decidió fusionar los dos equipos (A y B) para formar un equipo mas fuerte, cosa que funcionó, ya que se ganó también los años 87 y 88, todo esto a cargo de Alex Gray. Las veces que hemos conversado con algunas de ellas sobre esa época me han comentado lo “mágico” y la mística del equipo, el juego, etc. Realmente muy buenos recuerdos. Un pequeño detalle final, el año 88 fueron la base del primer equipo chileno femenino que fue a un Mundial Júnior (Canadá).
Después vino una etapa en la que tomaste varios equipos de divisiones inferiores, donde te vimos como un gran captador de jugadores/as. Podríamos llamarlo, un forjador de camadas. Recordamos que trajiste a las del Grange el 88, del Craighouse; cuando estuviste en hombres también hiciste lo tuyo. Evidentemente no todas esas personas progresaron, pero otras sí, ¿no sientes un orgullo por haber reclutado gente tan importante para el club? ¿cuál crees que fue el factor más importante que lograste para tener esa adhesión?
El 87 me “bajaron” para hacerme cargo de una categoría conflictiva (sub 15) que jugaría por primera vez en segunda división, con muchas niñas nuevas de distintos colegios británicos, aunque tenían personalidades fuertes (Andrea Mateluna salió de esa generación, Marcia Dawes, Margarita Humphreys, Francisca Mellado, etc). Salimos campeonas, pero no subimos por ser muy chicas.
Al final del año , aparecen Kay Rojas y Maca Scaff desde el Grange, dándonos la posibilidad en 1988 de armar otro equipo infantil (Marcela Díaz, Mariela Besoain, Paula Guazzini y varias otras niñas del Braemar). A partir del 89 entrené en paralelo al equipo de varones juveniles(generación de Roberto Quijada y Franco Adam). Ahora bien, comprenderás el orgullo que sentía cada vez que, llegado el momento, eran llamados a sus respectivas selecciones. Eran (en verdad son) jugadores que teniendo talento, su compromiso y pasión por el juego durante su época infantil dieron el fruto adecuado.
¿piensas que hoy el hockey está tomando buenas políticas para armar sus divisiones inferiores? ¿donde habría que concentrar más atención?
De estas preguntas, creo que dan para mucho, pero al vuelo, tengo que decir que nuestra debilidad como club y país son los varones. Hemos sido lentos y no necesariamente perseverantes en su reclutamiento y fidelización. Al respecto de esto, recién ahora en agosto empiezan actividades “oficiales” para ellos, llevando las mujeres una gran ventaja en cuanto a sus actividades competitivas.
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