Es válido hacer algunos alcances una vez terminado el Hockey Olímpico, desde nuestra tribuna, Amor Amarillo, sobre lo que pudimos ver en estas dos semanas, sin perjuicio de reconocer el que se está en el otro lado del mundo, por tanto, no en la propia escena. Es que nos es frustrante ver declaraciones de muchos jugadores y entrenadores que se referían a la baja calidad de la superficie que se tendió en Beijing, la cual derivó en que muchos equipos no pudieran hacer su entrega máxima, algo fácil de corroborar en la estadísticas de conversión de corner cortos, que mostró una clara merma en muchos equipos. Por cierto, no podemos encerrarnos a esta sola jugada, es evidente que este problema se vertió en todo el juego.
Es importante, al menos cuestionarse, por qué el Hockey no tuvo el mejor campo del mundo en los Juegos Olímpicos, la cual debe ser sin duda su mejor vitrina a la humanidad, aunque lamentablemente sólo esté disponible una vez cada cuatro años, y no por más que dos semanas. Por el contrario, se instaló precisamente la peor cancha del mundo, lo que llevó incluso a que uno de los aspirantes construyera una símil en casa para poder prepararse mejor en virtud de sus altas espectativas. El Hockey se mueve sobre una superficie vertiginosa, en la cual salen las pelotas disparadas de los palos, ya sea, por desvíos o por trabajadas técnicas de golpe o empuje de la bola, con una dinámica que mueve el juego entre las dos áreas rápidamente, para la cual se requiere la mayor comodidad de los equipos. Porque el Mejor Hockey se juega cuando se está disfrutandolo, cuando el deportista está confortable con la pelota en el palo y no viceversa. La evolución del Hockey, el último gran cambio, se ha forjado en base a la transformación de la superficie, que ha permitido llevar la táctica al extremo de la perfección, al disminuirse casi a cero el azar tanto en la interacción del palo con la cancha, como de la pelota con esta misma, dando así todas las condiciones para una mejor relación de palo y pelota. Ya casi no hay piques en falso, la cabeza puede ahora estar más alta, lo que además mejora el control de la táctica por parte de los atletas.
El que es quizá el torneo más importante de Hockey, conforme a la gran cantidad de espectadores a los que se puede acceder, ¿no tendría que haber tenido la mejor de las canchas? En Beijing se hundían los palos, botaban mal las pelotas. El entorno, en cambio, era fabuloso: dos estadios de Hockey impresionantes que se colmaron permanentemente. Qué habrá hecho que la decisión del Comité Organizador en la capital china, haya puesto más énfasis en lo externo, poniendo justamente en juego lo más importante, la disciplina deportiva, el espectáculo. ¿Por qué se privilegia lo externo, la imagen, por sobre lo esencial, el juego mismo? ¡Cómo no aprovechar diecisiete mil personas diarias para que vean en directo el Mejor Hockey del Mundo!
El Hockey se juega casi exclusivamente a ras de suelo, por lo que la técnica y la táctica no podrán subsanar un problema mayor en la superficie, de un minuto para otro. Es curioso que la máxima institución del Hockey Mundial, no haya puesto la energía suficiente para lograr una cancha que asegure bajo todo punto de vista el desenvolvimiento de los jugadores, para hacer que éstos gocen el juego, en virtud del espectáculo, por respeto al Hockey.
amor amarillo, 24 ago-08