En 70’, Quilmes entabló una lucha contra sí mismo. Partió desde un estado de confusión hasta llegar a la inspiración y el desahogo definitivo. Después de padecer 2 goles, igualó 2-2 con Lomas en forma agónica y mantuvo la vanguardia del Metropolitano femenino.
Para el conjunto liderado por Luciana Aymar y Mariné Russo no se trata de un empate más. Significa un rescate emotivo y una inyección de confianza ante el último campeón, aquel que lo venció en la final de los playoffs de la temporada 06 y que representa al conjunto más ganador del s XXI. En cambio, Lomas lo sintió como un resultado insulso, poco provechoso para la etapa regular del torneo.
El punto decisivo del encuentro estuvo en el particular duelo que sostuvieron una defensa con escaso rodaje -la de Quilmes-, integrada por varias chicas casi sin experiencia en la 1a división, y un ataque de palmarés sobresaliente -el de Lomas-, con 3 delanteras de continua movilidad y que acumulan pilas de goles en sus carreras como Mariana Lategana, Alejandra Gulla y Daniela Maloberti. De todas maneras, la igualdad terminó maquillando estas notorias diferencias entre ambas líneas.
El desarrollo encontró una tendencia luego de la conquista de Gulla (11’), que aprovechó una asistencia de Vanina Nieruczkow. Por entonces, Quilmes parecía no estar del todo involucrado en el compromiso, como si su concentración todavía no hubiera alcanzado el punto máximo. Para colmo, el juego colectivo se deshilachaba tras los primeros intentos de pases.
Sin hacer maravillas, las visitantes volvieron a golpear a los 16’ del 2º tiempo (2-0), luego de una arrastrada de Galván que se desvió y desconcertó a la arquera Nadia Scott.
Con varias vueltas olímpicas en los últimos tiempos, podía suponerse que Lomas sería capaz de cerrar el cotejo, pero no: dejó crecer a Quilmes y, cuando quiso darse cuenta, ya lo tenía como un inquilino en su propio círculo.
Enseguida descontó Florencia Peña, tras un centro de Russo. Y en el último tramo las quilmeñas se convirtieron en absolutas dominadoras, envalentonadas por las malas decisiones de Lomas en las salidas. El desenlace fue la consecuencia lógica de esa invasión en el área: Quilmes igualó a dos minutos del final, otra vez por intermedio de Peña, y lo festejó como un triunfo.
Para el conjunto liderado por Luciana Aymar y Mariné Russo no se trata de un empate más. Significa un rescate emotivo y una inyección de confianza ante el último campeón, aquel que lo venció en la final de los playoffs de la temporada 06 y que representa al conjunto más ganador del s XXI. En cambio, Lomas lo sintió como un resultado insulso, poco provechoso para la etapa regular del torneo.
El punto decisivo del encuentro estuvo en el particular duelo que sostuvieron una defensa con escaso rodaje -la de Quilmes-, integrada por varias chicas casi sin experiencia en la 1a división, y un ataque de palmarés sobresaliente -el de Lomas-, con 3 delanteras de continua movilidad y que acumulan pilas de goles en sus carreras como Mariana Lategana, Alejandra Gulla y Daniela Maloberti. De todas maneras, la igualdad terminó maquillando estas notorias diferencias entre ambas líneas.
El desarrollo encontró una tendencia luego de la conquista de Gulla (11’), que aprovechó una asistencia de Vanina Nieruczkow. Por entonces, Quilmes parecía no estar del todo involucrado en el compromiso, como si su concentración todavía no hubiera alcanzado el punto máximo. Para colmo, el juego colectivo se deshilachaba tras los primeros intentos de pases.
Sin hacer maravillas, las visitantes volvieron a golpear a los 16’ del 2º tiempo (2-0), luego de una arrastrada de Galván que se desvió y desconcertó a la arquera Nadia Scott.
Con varias vueltas olímpicas en los últimos tiempos, podía suponerse que Lomas sería capaz de cerrar el cotejo, pero no: dejó crecer a Quilmes y, cuando quiso darse cuenta, ya lo tenía como un inquilino en su propio círculo.
Enseguida descontó Florencia Peña, tras un centro de Russo. Y en el último tramo las quilmeñas se convirtieron en absolutas dominadoras, envalentonadas por las malas decisiones de Lomas en las salidas. El desenlace fue la consecuencia lógica de esa invasión en el área: Quilmes igualó a dos minutos del final, otra vez por intermedio de Peña, y lo festejó como un triunfo.
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