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Soledad García le llegó la hora de dormir, sin que en su mente circulen los cientos de pensamientos que hasta lunes no la abandonaban.
¿Qué hacer con una oferta para volver a jugar en Argentina; y para jugar con su amiga Luciana Aymar? La decisión llegó y seguirá jugando en el SCHC, de Bilthoven, descartando así una de las propuestas más importantes de la historia del hockey en Argentina. “
Estoy muy acostumbrada a Holanda. Llevo 4 temporadas acá y cuando me di cuenta de que debería dejar este país, supe que me costaría abandonar la calidad de vida que tengo, tanto en lo cotidiano como en el hockey”, explica Sole desde Europa. A García le gusta su vida en Holanda. Tanto como para decirle
no a un contrato por 3 años, una casa, un auto, un muy buen sueldo y a nada más que 700 kilómetros de Córdoba. Todo lo que el presidente de
GEBA, le había ofrecido para regresar a Argentina.
Ella no había sido la única tentada. Geba quería a García con Aymar, quizá la dupla ofensiva más importante del mundo. Ellas habían dicho “o las dos o ninguna”, aunque después de un mes de consultas cruzadas la cordobesa decidió sola. “La verdad es que no sé qué va a hacer Luciana. El viernes la llamé y le dije que me quedaba en Holanda. Igual, nos prometimos jugar alguna vez juntas, queremos saber qué se siente”, cuenta para luego aclarar que “no habrá reproches”.
García piensa volver en un año cuanto mucho. Sabe que si la oferta fuera de Universitario, su viejo club cordobés, diría que sí “ciegamente”. Aunque en Holanda le piden que se quede todo lo que pueda.
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