La líbero de Las Leonas reapareció en Ciudad de Buenos Aires después de casi un año de inactividad; una carrera contra el tiempo
Sólo era una fecha más del Metropolitano femenino de hockey sobre césped. Pero el escenario se modificó por completo porque ayer saltó a la carpeta sintética Cecilia Rognoni con la camiseta de Ciudad de Buenos Aires, después de casi un año fuera de las canchas. En Núñez, la goleada sobre Quilmes por 4-1 quedó de lado. Las miradas apuntaron a ella en el momento en que ingresó a los 19 minutos del primer tiempo. Así, le puso fin a una larga recuperación tras ser intervenida por una osteocondritis en la rodilla izquierda. Durante aquel período de incertidumbre y vaivenes en el tratamiento, también sufrió la desafectación del seleccionado luego de sus críticas en varios frentes. Pero todo lo peor parece quedar atrás y ahora se abre una hendija -aunque pequeña-, para que la líbero forme parte de las 18 que defenderán el título en el Mundial de Madrid, desde el 27 de septiembre. Naturalmente todavía le falta un trecho considerable para encontrar el ritmo internacional, aunque su archivo técnico es su principal trampolín como para que dé pasos rápidos. Durante el partido demostró las aptitudes de siempre: timming para el quite y algunos pases quirúrgicos como sólo ella sabe hacer. Eso sí, le faltó mayor despliegue y le cobraron un par de bochazos que fueron más alto de lo que permite el reglamento. Cecilia, que jugó un total de 29 minutos, no quiso reflejar en palabras su satisfacción por la vuelta, pero su rostro ya fue una señal suficiente de que disfrutó de este reencuentro con el hockey.
Sólo era una fecha más del Metropolitano femenino de hockey sobre césped. Pero el escenario se modificó por completo porque ayer saltó a la carpeta sintética Cecilia Rognoni con la camiseta de Ciudad de Buenos Aires, después de casi un año fuera de las canchas. En Núñez, la goleada sobre Quilmes por 4-1 quedó de lado. Las miradas apuntaron a ella en el momento en que ingresó a los 19 minutos del primer tiempo. Así, le puso fin a una larga recuperación tras ser intervenida por una osteocondritis en la rodilla izquierda. Durante aquel período de incertidumbre y vaivenes en el tratamiento, también sufrió la desafectación del seleccionado luego de sus críticas en varios frentes. Pero todo lo peor parece quedar atrás y ahora se abre una hendija -aunque pequeña-, para que la líbero forme parte de las 18 que defenderán el título en el Mundial de Madrid, desde el 27 de septiembre. Naturalmente todavía le falta un trecho considerable para encontrar el ritmo internacional, aunque su archivo técnico es su principal trampolín como para que dé pasos rápidos. Durante el partido demostró las aptitudes de siempre: timming para el quite y algunos pases quirúrgicos como sólo ella sabe hacer. Eso sí, le faltó mayor despliegue y le cobraron un par de bochazos que fueron más alto de lo que permite el reglamento. Cecilia, que jugó un total de 29 minutos, no quiso reflejar en palabras su satisfacción por la vuelta, pero su rostro ya fue una señal suficiente de que disfrutó de este reencuentro con el hockey.
Marcelo Garraffo, DT de Ciudad, señaló: "Cecilia no quiere apurarse y lo importante es no ponerle presión para objetivos altos. Quiere sentirse bien de nuevo con el hockey, y esta aparición ya fue un avance importante".
Justamente Gabriel Minadeo, director técnico de las Leonas, estuvo observando el match ayer entre Ciudad y Quilmes. Dejó sólo una frase, pero que entrega una pista certera: "En el seleccionado, ninguna jugadora tiene las puertas cerradas...".
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