Argentina 2, Alemania 1
Luciana Aymar (FG) 25', Rosario Luchetti (FG) 63'; Maike Stöckel (FG) 68'
Argentina ha conseguido su plaza en la final merced de un trabajado triunfo ante Alemania.
Las Leonas fueron superiores en el trámite, pero no supieron dejarlo tan de manifiesto. Era la semifinal del mundo, en casa, había ansiedad, arreciaba el nerviosismo. Hasta el público lo mostraba, no lo vimos nunca tan silencioso, metido hacia adentro, con la garganta atragantada.
Sólo en la primera parte fue clara la superioridad albiceleste. Generaron varios cortos, le dieron al poste, exigieron a la gran Kristina Reynolds. Las trasandinas movían la pelota dinámicamente y penetraban la medialuna. Un estupendo pase de Noel Barrionuevo habilitó a Luciana Aymar en el área, quien iluminada por las esferas, se sacó a dos y metió un remate al primer poste, tan bueno, que cayó al piso riendo, como diciendo, qué mal gol que me volví a hacer. Porque ya basta de desequilibrar de esa manera, Aymar está en un momento superlativo.
Luego vino un pozo profundo. La pelota no circulaba bien en el medio. No se ha caracterizado el equipo albiceleste por el pase importante, se han fallado muchas pelotas desde el medio a la línea de delanteras. No se concretaron los cortos, se jugó demasiado hacia atrás y cuando se estaba en 25y contrarias, se excedió en la búsqueda del 1 contra 1, el cual debe repetirse unas 3 o 4 veces para conseguir espacio para el disparo al arco. La habilidad de sus jugadoras es impresionante, que duda hay, pero se está abusando de ese recurso. Sole García respondía a la banca: pero si no se muestra nadie, clara muestra de que las jugadas de borde de área han dado paso al autopase como única opción, y cuando arrecia el nerviosismo, pasa la cuenta el no concretar ese mayor peso ofensivo.
El partido se ganó porque la recuperación de las Leonas fue simplemente soberbia. Los doblajes y triplajes, el excelente timing en el jab, la anticipación, hicieron apagar cada intentona de las europeas. Siempre llegaba una, cualquiera, a salvar la situación. Y desde el fondo supieron alejar el peligro, sin ceder ningún corto en contra. Belén Succi además, atajó dos o tres tiros de altísima exigencia y, Claudia Burkart, simplemente una emperadora en la zona roja. No sólo en la recuperación, sino en la habilitación. Fue la mejor en el fondo, demasiado importante.
El desequilibrio llegaría con Sole García. Recibió con espacio por izquierda, se sacó dos bloqueos con doble giro y se inventó un espacio para rematar. El tiro de gracia lo daría Charito Luchetti, al recojer el rebote en la arquera y adentro, 2-0.
Pero si hay algo que destacar en Alemania, es que nunca se puede dar un partido por ganado, por más superioridad, por más diferencia, por menos tiempo que le quede al regresivo. Nunca está muerto. Quedaban 7' luego del segundo gol trasandino y las alemanas embocaron a falta de 2'. Con el corazón en la boca, Argentina puso amor propio para resistir en terreno propio, los eternos cientoveintesegundos restantes que tuvieron un absoluto predominio alemán. La chicharra llegaría por fin y las Leonas hacían la final en casa. Ya no importaba cómo, el objetivo estaba cumplido.
jueves, septiembre 09, 2010
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1 comentario:
el gol de Rosario Luchetti tiene dos cambios de juego en media cancha que son muy importantes. La pelota que sube la lateral izquierdo a García, sólo podía ser posible tras limpiar el camino en esos cambios.
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