Holanda aún recuerda la última vez que se subió a lo más alto del podio en una cita olímpica. Fue en Sydney 2000 y defendía el oro obtenido justamente en la edición anterior en Atlanta, donde le dio vuelta el partido a España en el epílogo.
En Australia todo era más difícil. El equipo ya no era el mismo, habían envejecido varias de sus figuras, pero contaban con Teun de Nooijer y en la banca estaba el gran entrenador, Mauritz Hendriks. Pero eso no era todo. La disparidad de edades había generado un conflicto interno. Las diferencias se hicieron por momentos inmanejables, donde los veteranos no soportaban ya más a los jovenes rebeldes.
En la fase de grupos la tarea no estuvo fácil para Holanda. Derrotó a Gran Bretaña y Canadá, pero empató con Malasia y Alemania. A la última fecha, alemanes, holandeses y pakistaníes llegaban con opciones de ser semifinalistas.
En el segundo turno de aquel 26 de Septiembre, Pakistán le ganaba a Holanda por 2-0 y con eso los Greenshirts pasaban al frente del GrupoA con 9 puntos. Los naranjas se resignaban a la segunda plaza con 8 puntos. Lo malo era que Alemania ya tenía 8 puntos y cerraba el grupo ante Gran Bretaña en el último partido del día.
Pasó lo increíble. Los del Reino Unido vencieron a Alemania por 2-1 y los holandeses clasificaron en el 2° puesto.
En la otra parte del cuadro, Australia ganaba su grupo holgadamente con 11 puntos, mientras que la segunda plaza había sido empatada entre Corea e India, con 8 puntos, igual cantidad de goles a favor e igual diferencia de goles. Primó el resultado entre ellos, y así Corea pasaba a semifinales.
Los coreanos seguirían sorprendiendo al ganarle al gran Pakistán por 1-0 y clasificaban sorpresivamente a la final. En la otra semi, Australia, el local y favorito, empataba sin goles ante Holanda. Los europeos definirían a su favor en definición a penales y accederían así nuevamente a la final olímpica. Era la 4ª vez en su historia.
Corea se erigía como la nueva potencia asiática. Ostentaba la Copa continental jugada en 1999 y aunque era un sorpresivo finalista, entrarían como grandes experimentados a jugarse por enteros. En el primer tiempo mostraron las debilidades del equipo holandés. Jacques Brinkman (34), Ronald Jansen (36) y StephanVeen (30) mostraban los rezagos propios de su edad y físicamente no rendían. Sin embargo, los holandeses sacaron toda su experiencia en el complemento y se pusieron 3-1 por delante. El partido se iba y todo parecía definido, el Oro tornaba a color anaranjado.
Pero nada estaba dicho. Corea marcaba a los 66' y 68' minutos y estiraba el partido al alargue. Piernas o experiencia, ¿cuál se impondría al fin?
La final olímpica llegaba a la definición a penales. Holanda embocaría los 5, Corea fallaría uno. Los europeos se colgaban su segundo oro olímpico. Hoy lo recuerdan más que nunca. Hoy que han dejado el protagonismo.
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