Dani Caram en La Real Sociedad - España

Para los que no saben, los últimos 6 meses estuve haciendo un intercambio por la universidad, en San Sebastián, España. Pero junto con esto, aproveché de jugar hockey, obviamente. El equipo allá es de media tabla (pero siempre peleándose los primeros puestos) y en general, todos los jugadores tienen un muy buen nivel.

Mi único problema era que existían solo dos cupos para extranjeras en el primer equipo que ya estaban siendo ocupados, por lo que tuve que jugar por el segundo equipo. Pero como mi nivel daba para el primer equipo, entrenaba con ellas.

Debo confesar que claramente se encuentran a un nivel superior que nosotros en Chile. Y no solo porque puedan tener más recursos (que también escaseaban) o más jugadores (que también son muy pocos). Tienen los mismos problemas que nosotros vemos en el hockey día a día, pero existe la diferencia de la motivación y el compromiso que existía con el equipo y el deporte. Me llamó mucho la atención la motivación de todas las jugadoras por ir a entrenar, la dedicación y el esfuerzo que mostraban en los entrenamientos y en la cancha. Un par de veces no llegó el entrenador, pero le dejaba dicho el entrenamiento a una de las jugadoras, y todas, responsablemente, hacían el entrenamiento e incluso se corregían unas a otras.
Otro día, partimos haciendo el físico, y para variar, se puso a llover torrencialmente. Era imposible que dejáramos de entrenar, incluso cuando empezó la tormenta eléctrica! Hasta ahí, solo un poco mojada, pero nada terrible. Al rato, empezó a granizar, y supuse que nos refugiaríamos. Pero miré al entrenador y no tenía ni una intención de parar el entrenamiento! Habremos estado bajo los granizos unos 15 minutos hasta que ya dolían y recién ahí paramos. La verdad es que la dedicación que le ponen es enorme, y por algo será que están donde están.

Por otro lado, la mayoría de los equipos contra los que jugaban se encontraban en Madrid o Barcelona. Por lo que los viajes de 7 horas eran muy normales. Fin de semana por medio tocaba un viaje de estos a los que iban todas la jugadoras, y a los que me tocó ir un par de veces. Debo decir que eran agotadores, pero el ambiente era muy bueno y finalmente eran viajes que quedaban para rememorar.

En el hockey aprendí mucho. El entrenador era un técnico muy bueno que me corrigió varias cosas y con las que rápidamente noté un cambio. Y el equipo era bastante bueno, por lo que de todas las jugadoras tenía algo para aprender. Pero más importante aún es la calidad de persona que habia en este equipo y con las que hice grandes amistades. Desde el primer día me recibieron como una más del equipo, y aunque no jugaba los fines de semana con ellas, aún así me sentí como una más del equipo.

La experiencia que viví es muy valiosa y es algo que jamás olvidaré. Por el lado deportivo, aprendí mucho que me servirá para el resto de mis días en las canchas, y en el tema social, logré hacer grandes amistades que de seguro no perderé. Es una experiencia que la recomiendo 100% a todo el que tenga la posibilidad, jamás se arrepentirán.