Mauro Scaff. Su experiencia en Odesur y más.

¿Cómo evalúas el torneo?
Como era de esperarse, volvimos a Chile con la medalla de plata. La verdad es que con un gusto amargo para muchos de nosotros, porque, si bien, en la primera parte cumplimos con los objetivos de ganar a Brasil, Uruguay y Perú y jugar un buen partido contra Argentina, sobre todo en la parte defensiva, en la final no supimos manejar el partido de forma correcta. De hecho la diferencia en el marcador se debió a errores puntuales que usualmente no cometemos. En términos generales, creo que fue un torneo que sumó, pero que tambien nos deja el desafío de mejorar en los partidos clave.

¿Quedas conforme con tu actuación?
Personalmente para mi es siempre un premio jugar por Chile, sobre todo considerando el sacrificio que significa estar en la selección. En este torneo en particular me sentí bastante cómodo con mi juego, sobre todo en los córner cortos.

¿Te sientes capacitado para lograr la titularidad de aquí al panamericano?
Claramente quiero ser el titular de la selección, pero me es más importante aportar al equipo cuando me toque jugar. Obvio que uno siempre quiere estar en la cancha en los momentos decisivos, pero lo importante es rendir según lo esperado en esos momentos.
En el caso puntual de este proceso, creo que se va a definir al final, sobre todo considerando que somos 4 arqueros y va a atajar el que esté en mejores condiciones en esa fecha. He tenido la mala suerte de que por motivos laborales me he perdido un par de giras, pero trato de jugar lo mejor posible cada vez que me toca y de rendir en los entrenamientos, porque la pelea por la "1" no está fácil.

¿Algún consejo para los jugadores más jóvenes?
Recuerdo que antes de la final del panamericano juvenil del 2000 en Santiago, le pedí un consejo a Rupe Hernández, que en ese entonces era el arquero de la selección adulta y él me recomendó ser un arquero agresivo.
Creo que ese es un consejo simple y que me fue muy útil, sobre todo considerando mi estilo de juego. Con el paso de los partidos me he dado cuenta de que no hay nada de que temer cuando uno entra a la cancha, uno tiene que enfrentar los partidos con decisión y buscando entregar lo mejor, no importa quien sea el rival.