domingo, marzo 15, 2009

Chile. Una caída, una oportunidad

Ante un estadio lleno y con la confianza de haber ganado su grupo clasificatorio, Chile dejó escapar la semifinal ante Estados Unidos, sucumbiendo por 1 a 2. El conjunto nacional se vio muy bajo, comprometido quizás con la responsabilidad de llegar a su primera final panamericana. Argentina había caído con gol de oro en la primera semifinal, por lo que de lograr el triunfo, el rival de la roja sería Canadá, a quien ya había sorprendido. Estados Unidos, con un equipo de media tabla, no aparecía como un gran escollo.

Demasiadas cosas a nuestro favor.

Chile se mostró mal desde la salida. Ya en el semicírculo comenzamos a apostar al flick, dividiendo la pelota al más puro estilo futbolístico. Como tantas otras veces nos ha pasado, en un partido más complejo dado por las circunstancias, se intentó una y otra vez llegar rápido a los delanteros, sin pasar la pelota por nuestro mediocampo, lo que impedía generar ataques de posición y, por lo pronto, instalarse en el campo contrario. Al no jugar pelotas al medio para que los volantes recibieran con marca y así fuesen tomando confianza, ni siquiera nos comprometimos en intentar tomar el ritmo del partido, ya que sin controlar la pelota, eso es imposible.

Para atrás!
Para nadie es una sorpresa la importancia del corner corto. Ayer nos embocaron el único que tuvimos en contra en el primer tiempo. En el partido anterior, Canadá y Argentina mostraban una y otra vez que sus delanteros entraban al área literalmente a conseguir un pie contrario o una obstrucción. Y sobretodo cuando no sentimos la confianza en ocupar nuestro mediocampo e intentamos llegar al arco contrario con jugadas individuales, la habilidad no sólo debe desplegarse hasta el borde del círculo, debe terminar adentro, buscando poder ejecutar la que es nuestra mejor arma: el corto. Pero la pelota cuando llegaba al borde del semicírculo se jugaba para atrás.

Nos generamos muy pocos cortos –salvo una serie de cortos sucesivos– habiendo contado con un ramillete de delanteros que se atrevía a guapear y que conseguía progresar cuando se lo determinaba. Pero la medialuna fue un muro para nosotros.

Junto a la imprecisión, otra de las invitadas en la tarde de ayer, nos condenaron. Un esfuerzo tardío nos alcanzó a entibiar, pero ya habíamos dejado pasar mucho tiempo. No salimos a buscar el partido, a tener la pelota, a manejarla, a hacerla pasar por todas nuestras líneas. Y es claro, no es algo sencillo, es un trabajo muy largo, requiere mucho entrenamiento, el máximo de concentración y un equipo de muchas batallas.

Pensabamos que haríamos nuestra primera final panamericana, pero no fue.

Pero no nos quedaremos en las flaquezas. Por suerte el deporte da revanchas. ¡Y qué si hoy nos jugamos el partido de la vida frente a Argentina! Ellos tienen el equipo con que lograron el bronce en el Champions Trophy, donde derrotaron a Australia y a Holanda dos veces. Tenemos unos montruos adelante, qué oportunidad para jugar al Hockey, con la camiseta roja, en nuestra casa y con el estadio lleno.


Un marco increíble para salir con la cabeza arriba, pensando en lo que se viene, el Pre-Mundial. Vamos Muchachos, Tenemos mucho Hockey todavía!

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