Jorge Lombi, el señor de los goles

El 2006 quedó fuera del Champions Trophy y del Mundial, torneos que consideraba ideal para su retiro. Sin embargo, Sergio Vigil apostó por la sangre más joven.

¿Cómo te sientes con la revancha en el Ch-Challenge?
Tengo una alegría enorme porque le pude aportar goles al seleccionado, que si bien no jugó en un nivel ideal tuvo agresividad, mostró garra y fue práctico en los momentos cruciales.

-¿Cómo fue el momento previo a tu 3er gol de la final?
Le dije a Mario Almada: " andá a la posición de 7 para pegarle de revés" y a Rodrigo Vila que buscara por la derecha. Quería que los dos se tiraran de cabeza para un desvío. Pero la pelota que sirvió Nacho Bergner me llegó tan bien que en una milésima de segundo decidí cambiar y buscar el ángulo derecho del arquero. Por suerte, me salió.

-Da la impresión de que no te costó reinsertarte en el plantel después de haber quedado afuera en 2006
En realidad, cuando me marginó Vigil pensé que ya no volvería al seleccionado. Entonces, desde que estuve desafectado, me seguí entrenando como siempre y focalicé mis objetivos en el Club de Campo de Madrid.

-¿Cómo analizas tu situación a lo largo del Champions Challenge?
Más allá de la alegría, mantengo una sensación amarga porque me hubiese gustado jugar más minutos para sumar posibilidades de córner corto. Por ejemplo, directamente no actué en los 2° tiempos ante Japón y Nueva Zelanda en la rueda de clasificación. ¿La verdad? Fueron decisiones del cuerpo técnico que no entendí.

-¿Ahora buscas el retiro en los Juegos Olímpicos de Pekín?
Sería lo ideal, pero hay una posibilidad de que renuncie luego de los Pan-Am

-¿¡Cómo!?
Sí, porque quiero analizar la situación global con el cuerpo técnico. Insisto: en el Champions Challenge me sentí desaprovechado y en muchos casos fui reemplazado cuando no correspondía. No me siento un genio ni un Dios, porque no juego yo solo, sino que integro un equipo. Pero lo cierto es que aparezco siempre en los momentos clave de los torneos y aporto goles para el seleccionado.